El mercado de las soluciones de identificación por radiofrecuencia (RFID) está en crecimiento, gracias en gran parte a su capacidad para ayudar al sector sanitario a automatizar la captura de datos y el seguimiento de activos en todo el entorno hospitalario. A medida que aumenta la implementación de soluciones RFID en grandes centros médicos, algunas farmacias también están viendo los beneficios de su uso. Steve Wenger, gerente de farmacia de pacientes hospitalizados del Hospital Infantil Rady, un reconocido hospital infantil de Estados Unidos, afirmó que cambiar el envase de los medicamentos a viales con etiquetas RFID preinstaladas directamente por el fabricante ha ahorrado a su equipo una gran cantidad de dinero y tiempo de trabajo, además de generar beneficios extraordinarios.

Anteriormente, solo podíamos realizar el inventario de datos a través del etiquetado manual, lo que demandaba mucho tiempo y esfuerzo para codificarlo, seguido de la validación de los datos del medicamento.

“Llevamos muchos años haciendo esto a diario, por lo que esperamos tener una nueva tecnología que sustituya el complejo y tedioso proceso de inventario, RFID, nos ha salvado por completo”.

Gracias a las etiquetas electrónicas, toda la información necesaria del producto (fecha de caducidad, lote y número de serie) se puede leer directamente desde la etiqueta integrada en la etiqueta del medicamento. Esta práctica es muy valiosa para nosotros, ya que no solo nos ahorra tiempo, sino que también evita errores en el recuento de información, lo cual puede causar problemas de seguridad médica.

Estas técnicas también son una ventaja para los anestesiólogos hospitalarios, quienes tienen mucho trabajo y les ahorran mucho tiempo. Los anestesiólogos pueden recibir una bandeja con los medicamentos que necesitan antes de la cirugía. Al usarla, el anestesiólogo no necesita escanear ningún código de barras. Al extraer el medicamento, la bandeja lo lee automáticamente con la etiqueta RFID. Si no se utiliza después de extraerlo, la bandeja también lee y registra la información al volver a colocar el dispositivo, sin que el anestesiólogo tenga que realizar registros durante la operación.